El Clúster Tera y la Consejería de Educación, Formación Profesional y Universidades intensificarán su colaboración para impulsar una estrategia digital que permita avanzar en la modernización del ámbito educativo.

El objetivo de esta cooperación pasa, según ha explicado el consejero Sergio Silva, por tender puentes que permitan «seguir trabajando para adaptarse a los nuevos modelos» con el fin de alcanzar «una educación de calidad y adaptada a las nuevas necesidades que requiere una sociedad de la información y la comunicación». Un planteamiento compartido por los responsables del Clúster, que llevan varios años promoviendo iniciativas para incrementar las competencias digitales tanto de la ciudadanía como de los profesionales del sector.

En el encuentro mantenido con el titular de Educación, los representantes de Tera expusieron los avances conseguidos con la Fundación Telefónica para ofertar cursos TIC gratuitos o la colaboración con el centro Decroly para que el alumnado de FP pueda hacer prácticas en las empresas del Clúster.

En este ocasión, según ha manifestado Sergio Silva, la cooperación con la Consejería podría materializarse a través de la Dirección General de Calidad, Equidad Educativa e Innovación, de la Unidad Técnica de Tecnologías de la Información y la Comunicación, y contar con la colaboración del Centro de Innovación en Tecnologías de la Educación de Cantabria (CITEC), para trabajar en proyectos concretos, tanto en el ámbito de la digitalización de repositorios de recursos digitales para el profesorado en los centros, como en el ámbito del posible reclutamiento de empresas del clúster para licitaciones y proyectos a futuro, entre otros aspectos.

Tras la constitución de la Comisión de Salud Digital, cuyo objetivo principal es promover o impulsar proyectos colaborativos en la transformación digital de la salud, el Clúster Tera pretende replicar esta fórmula de éxito en otros sectores como la industria, la cultura o la educación.

Una planteamiento que facilitaría la relación entre ambas organizaciones. En ese sentido, el titular de Educación ha defendido el potencial de las nuevas tecnologías digitales como motor de transformación social y económica, cuya aportación es imprescindible para adaptarse a la evolución constante que exige cualquier actividad productiva. Por ello ha puesto en valor el peso específico de las empresas tecnológicas en la economía cántabra, y en concreto de este clúster, que agrupa ya a 62 empresas de la Comunidad Autónoma. Para Silva, son múltiples los nichos de colaboración con el sector tecnológico que se ofrecen desde su departamento, pasando desde la gestión interna de los centros educativos y la propia Consejería, a la digitalización para mejorar la competencia docente, y un capítulo aparte requiere la Formación Profesional en el que «nos podemos ayudar mutuamente».

Según ha indicado, la modernización de la FP es uno de los principales objetivos del Ejecutivo cántabro, que persigue desarrollar una oferta formativa que dé respuesta a las necesidades de un mercado laboral cambiante, mejore la competitividad del tejido productivo y garantice la «mayor inserción laboral posible» para el alumnado. «Necesitamos empresas y las empresas son Formación Profesional, necesitamos ir de la mano para avanzar en muchos aspectos», ha puntualizado.