El incuestionable avance del sector tecnológico obliga a hacer frente a desafíos medioambientales como la reducción de la huella de carbono en los centros de datos, el desarrollo de software y hardware más eficientes energéticamente y la gestión responsable de
Tres de los cuatro grandes contratos de la Dirección General de Informática saldrán a licitación en los dos próximos años y alguno de ellos lo hará de forma inminente. Actualmente, el área dependiente de la Consejería de Presidencia, Justicia, Seguridad
Cantabria presenta un nivel inferior a la media nacional en competencias tecnológicas requeridas para el ámbito laboral. El diagnóstico recogido en la Agenda Digital de Cantabria indica, además, que solo el 12,44% de las pymes y grandes empresas de la región han ofrecido formación en tecnologías digitales a sus empleados. Ambos parámetros, unidos a que el 66,2% de las empresas TIC prevén contratar personal experto en IA, big data y desarrollo durante los próximos dos años, evidencia la urgencia de intensificar los esfuerzos en la capacitación tecnológica de los profesionales del futuro.
Reducir la brecha digital, fijar población en el medio rural y aumentar la competitividad tanto de las empresas del sector tecnológico como de las organizaciones beneficiarias son algunos de los objetivos del programa TriRuralTech, una iniciativa de la Dirección General de Fondos Europeos de la Consejería de Economía del Gobierno de Cantabria, en colaboración con la Cámara de Comercio de la región, para impulsar la digitalización en zonas despobladas. La convocatoria, que se ha presentado en Reinosa, cuenta con un presupuesto de un millón de euros dirigido a respaldar proyectos que permitan generar oportunidades para un mayor crecimiento social y económico en zonas y sectores con una baja penetración tecnológica.